Joaquín Cáceres

El siguiente texto fue entregado para postular a este master. Disculpen la extensión, pero creo que no está de más plantearse desde los lugares en que nos hemos contruidos y sobre los que queremos proyectarnos. Lo bueno es que el autor del texto está a vuestro alcance, así que me podrán comentar lo que quieran.

Me reconozco como alguien con profundas necesidades. Necesidades éticas y estéticas, en ese orden. Aunque ya alguien dijo que sin importar por cual comiences, una encontrará a la otra irremediablemente. Partiendo de esta premisa es que me interesa el arte, pero “el arte” así dicho, no nombra ni toma parte en nada. Es un concepto cuyo significado proyectamos anacrónica y retrospectivamente hasta el albor de los tiempos, y su disciplina histórica “convierte en uniforme un paisaje imposible de homogeneizar”. Por eso, cuando digo arte hablo en particular, a una manera de pensar con las cosas, a un lenguaje que nombra cada vez lo propio de algo, (que siempre es en relación), y a una práctica que se confirma tanto en la obra como en el proceso. Todo es según su contexto y, para mi, el contexto más relevante hoy es el del llamado “espacio público” y la necesidad de volverlo a hacer un espacio común, para poder compartirnos desde las diferencias y reapropiarnos de la cultura que nos esconden detrás de espectaculares escenarios, siendo que el gen de la cultura, se cultiva a escala humana, en espacios locales, con aquello que desborda hasta una emoción común. Quiero investigar en el arte, para saber hasta que punto es posible su radicalización en las prácticas como en los discursos a la hora de responder a los problemas actuales de la sociedad, porque como dije más arriba, mi primera necesidad es ética y se resuelve a través de una voluntad social y estética. ¿Y por qué el arte? Simplemente por una opción por la libertad para actuar y pensar la resistencia inteligente a los lenguajes hegemónicos de la nueva educación, que está a cargo de instituciones y medios de comunicación omnipresentes; porque creo que si son los publicistas aquellos que hoy hacen que la mayoría de la gente tome decisiones, luego de trabajar mucho un concepto y florecerlo con un ideal investido en el producto que han de vender, y ya hace mucho que ni los poetas ni los artistas son las “antenas de la raza”, como pensaba Pound, es que hay que saber inteligir en un lenguaje propio, que piense y actúe en las relaciones mismas entre un problema, el lugar y las personas... es, por su puesto, un problema político, entendiendo lo político como la participación de las personas sobre su destino individual y colectivo.

He incluido actividades que no tienen que ver exclusivamente con la creación de obras visuales o plásticas, sino más bien con la gestión de espacios y actividades de encuentro y reflexión. Esto porque me interesaba dejar constancia de que esas actividades preponderan uno de mis modos de entender el hacer artístico como la posibilidad de desenmarcarse del mismo mundo del arte; visibilizar aquello oculto por los medios masivos; gestionar de manera creativa (no reapropiable, lúdica) nuevos espacios que posibiliten la cultura de lo propio.

CAMPAÑA PRESIDENCIAL CARLA MONTT

En las últimas elecciones presidenciales de Chile, ocurrieron varias situaciones inéditas. La primera es que habían mujeres postulándose por primera vez con serias oportunidades de salir electas. La segunda, es que la derecha se sorprendió con la subida a última hora de uno de sus dirigentes. Además, la izquierda más alternativa trata de reagruparse en una voz con el partido juntos PODEMOS y por primera vez se intentó que un lonco mapuche también tuviera pie en esa competencia. Con este panorama tan diverso, los contornos de los mismos partidos se permeabilizaban ridículamente para poder obtener más votos. Contornos que tomamos también de los rostros de los candidatos y candidatas para hacer, a través de una simple edición digital, una nueva cara mezclando las que ya estaban llenando cada alumbrado público y muralla del país: nace Carla Montt, un nombre serio con un apellido histórico, que intentaba darle credibilidad. Se creó una prensa falsa que anunciaba una candidata de última hora, y con serigrafía se intentó, en un sector reducido, competir visualmente con los carteles que ya habían, haciendo calendarios, repartiendo panfletos y finalizando con un puesto lleno de información, ubicado en una de las plazas más concurridas de Valparaíso, donde la gente podía ver los recortes de prensa, tomar su calendario y leer las propuestas de esta nueva candidata, que iban desde las promesas más conservadoras hasta las propuestas más alternativas, reproduciendo el crisol por el cual el resto de los candidatos se hacían voz. Evidentemente, la campaña fue hecha con un presupuesto mínimo, todo artesanalmente y a una escala local, pero aún así, con los recortes de prensa y un escenario bien construido, muchas personas no caían en la cuenta del engaño. Pero eso no tenía mucho que ver con la capacidad de percepción de quien se acercase, sino con la posibilidad abierta por las otras campañas presidenciales a desbordar la cabeza de la gente con más ideas absurdas.

ESPACIO COMUNITARIO Y LIBRERÍA ANARQUISTA EMMA GOLDMAN

Es un lugar creado para el encuentro de reflexiones críticas sobre la teoría anarquista y para dar cabida a actividades creadas en conjunto con la comunidad local para la educación en la autogestión y en la creación de una coordinación profunda entre grupos libertarios o no que realicen actividades bajo parámetros similares. Este espacio fue abierto en Junio del 2007 y llegó a contar con una biblioteca especializada de 300 ejemplares. Además fue conocida por la comunidad como “un punto de encuentro posible entre personas que no necesariamente formaban parte del mundo alternativo”. Dentro de las actividades puntuales que realizaba Emma Goldman, podemos contar con cenas veganas comunitarias cada dos semanas, seminarios de lectura una vez a la semana, talleres diversos y la organización de “Marzo Anarquista: ni maestros ni discípulos. Un mes de talleres y cursos”. Encuentro organizado por varios grupos donde se impartieron talleres de serigrafía, edición de video digital, amor libre y cursos, como historia del anarquismo en chile: taller de investigación en bibliotecas y hemerotecas, teoría del anarquismo, y género y acción. Ubicado en el subterráneo de un restaurante, abría 4 veces por semana y era atendido por los mismos cooperantes. Las ventas de la librería y la disquería eran para financiar los proyectos. No hay fines de lucro.

Más información en: http://www.traidores.org